El problema desde el principio, era encontrar en un lugar tan "conservador", en cuanto a su diseño, algún problema que pudiera ser solucionado gráficamente, sin exagerar, ni hacerlo muy notorio.
Al buscar un poco, encontré una cajita de donaciones a la entrada de la iglesia, y me llamó mucho la atención ver que varias personas al entrar, se persignaban ante la imagen de la sagrada familia que hay encima de la cajita, y pasaban derecho sin notar lo que realmente era.
Mi decisión, fue agregarle algunas letras, pero la propuesta no funcionó, y luego, le agregué unas manos en forma de "dar", para hacer entender que ahí era el lugar para poner su dinero, sin hacerlo algo muy llamativo, pero tampoco dejar que siguiera pasando desapercibido.
María Fernanda Vélez
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